Unos han chocado contra el aire gélido de la calle,
otros han encontrado cobijo en el conducto auditivo de un amor.
Incautos e impulsivos van y vienen.
Arrebatos de locura, momentos de pasión,
angustias asfixiantes a falta de una señal de vida,
seguidos del alivio de seguir con vida y no haber fallecido en el transcurso de un desamor.
Y más tarde, en una parada en seco, te azotan los recuerdos. Te sacuden el alma y las imágenes se agolpan en tu retina. Siendo tantas y pasando tan aprisa que crees que te estallarán los ojos.
Y en vez de eso, caen lágrimas.
Sin llanto ni melancolía. Sólo con un whiskey doble.
No es necesaria la compasión.
Tan solo se necesita tiempo.
Tiempo o una señal de vida que vuelva a sacudir tu mundo.
El punto de inflexión ocurre cuando aprendes a bailar. Bailar para sentir que no estamos muertos.
http://www.youtube.com/watch?v=dy4KGpaNHbA
El punto de inflexión ocurre cuando aprendes a bailar. Bailar para sentir que no estamos muertos.
http://www.youtube.com/watch?v=dy4KGpaNHbA