martes, 4 de octubre de 2011

Tema apropiado para leer este texto: http://www.youtube.com/watch?v=IIuQM_q0IUU&feature=autoplay&list=PL5993C845D17A1DCC&lf=BFp&playnext=1

A veces sueño y las demás ocasiones deseo estar soñando.
Me explico: pienso que la vida está llena, pero absolutamente repleta de risas, de conversaciones interesantes, de nuevos datos, de progresos y no retrocesos, de juegos malabares por las calles y caras amigables por doquier.
Bien, todo optimismo hasta aquí. Pero resulta que de vez en cuando llega un día de ésos en los que el despertador suena tarde y te levantas deprisa y corriendo. Por consiguiente, te encuentras la puerta de clase cerrada y entras bajo la fulminante mirada del profesor y un apremiante discurso sobre la puntualidad mientras 30 pares de ojos te siguen atentamente hasta que te sientas en última fila, desde donde apenas puedes ver la pantalla y seguir la clase te resulta imposible.
Justo ése es el día en el que mil detalles te recuerdan a tu ex novio y toda tu gente de la ciudad donde naciste parece ponerse de acuerdo para que veas lo bien que se vive allá arriba.

Ésos son los días que me hacen darme cuenta de que no todo es un sueño y de que el día a día no siempre es divertido. Que no siempre toca ir a un parque de atracciones con mi amiga la maña ni tampoco reírme con mis amigas tiradas en un apartamento en Málaga mientras nos lamentamos de la existencia de Paris Hilton y lo vergonzosas que eran las actuaciones de Amy Winehouse en los escenarios.

También son ésos los días que me hacen darme cuenta de lo asquerosamente dichosa que soy.
Nací en la ciudad más hermosa que pueda haber (además, ¡soy vasca!), tengo mil amigos pero tengo la suerte de saber con cuales de ellos cuento para todo, tengo una familia que me adora y a la que adoro, unos aitas que, a pesar de la distancia, y de lo poco que los he visto durante toda mi vida, están ahí siempre que quiera. También cuento con la suerte de haber entrado, como bien aprendí en novatadas, en la "puta carrera de medicina" y es que a diferencia de muchos, yo HE LLEGADO y estudio lo que me gusta. De hecho, hay veces que me pongo delante de los apuntes y del atlas de anatomía y sonrío al ver donde estoy.
Tengo el lujo de estar viviendo fuera de casa, de tener una nueva vida aquí en Madrid, ciudad de "el todo" y digo el todo, porque aquí hay de todo.
Qué suerte he tenido por haber conocido el sector hippie y el pijo, las noches de jazz en el Café Central y la mejor música de la sala Pantera. Me he pateado la Gran Vía de arriba abajo y he descubierto el encanto de Chueca, la Latina y he comprado en las tiendas de Fuencarral.

Más suerte aún por haber conocido a quienes he conocido, por haberme rodeado siempre de buena gente y de compartir sonrisas y abrazos, buenos momentos y malos, sobresalientes y suspensos...

¿Alguien da más?
Cada día me convenzo más a mí misma de que estoy demasiado bien acostumbrada.
He sufrido, como todo el mundo. No tanto como muchos, pero más de lo que la mayoría piensa.


Como diría el grupo 995 en el rap Todo va bien (http://www.youtube.com/watch?v=4VyO0VhrqDE)
yo amo a mi padre y a mi madre


No quiero que con esto nadie se hunda en la miseria, ni me tenga envidia. Lo único de lo que hay que envidiarme es de mi optimismo. Aplicaos el cuento, que ni lo malo es tan malo ni lo bueno es tan bueno.

SED FELICES

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