Es muy pronta la primera despedida. Y las despedidas son muy amargas, dolorosas, incómodas, asfixiantes...
Creo que nacemos de una materia increíblemente dura y resistente, porque las despedidas vienen y van en nuestras vidas, desde el principio, hasta el final.
Y las aguantamos. Una a una. Desde la más dolorosa hasta la más insignificante.
Desde un "agur" hasta un "hasta nunca".
Cómo ablandecen la persona estas cosas....
Gero arte.
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